Cartas Al Olvido
miércoles, 18 de agosto de 2021
Voliviste
jueves, 15 de junio de 2017
Te recuerdo como eras
En tus ojos peleaban las llamas del crepúsculo.
Y las hojas caían en el agua de tu alma.
las hojas recogían tu voz lenta y en calma.
Hoguera de estupor en que mi sed ardía.
Dulce jacinto azul torcido sobre mi alma.
boina gris, voz de pájaro y corazón de casa
hacia donde emigraban mis profundos anhelos
y caían mis besos alegres como brasas.
Tu recuerdo es de luz, de humo, de estanque en
calma!
Más allá de tus ojos ardían los crepúsculos.
Hojas secas de otoño giraban en tu alma.
martes, 16 de mayo de 2017
No me olvides...
Hoy te fui a ver.
Cada beso, cada abrazo, cada tacto me dolia. Tus abrazos me quemaban, tus besos me ardian, todo tú me dolia.
¡Pero dios! era un dolor que necesitaba.
El extrañarte me hizo debil.
Disfrute con dolor cada beso, cada palabra que de tu boca salia, me mataste y reviviste varias veces en esas horas que conmigo compartiste.
Cuando llego la despedida, no podia despegarme de tú lado, pues una parte de mi sabia que era la última vez que sentiria tú piel junto a la mia, pero aun asi lo hice, con la esperanza de que el martes, como de costumbre vayas a mi encuentro.
Lo duro vino despues, cuando sin notarlo te encontre.
El mismo martes en que nos ibamos a ver, a una semana de la despedida, no me fuistes a buscar a mi, estabas con otra chica, creo que ahi fue cuando mas me quebre, cuando note que ya tus besos no eran mios, tus en linea no eran por mi, tus te quieros y extraño, ya no iban dirigidos a mi, aunque era yo la que estaba en esa habitación, aquellos dias.
Me llamaste como si nada luego de dejarla en su casa. Fui a tu encuentro y juntos nos fuimos como todas las tardes, desde hace 4 meses a tú apartamento.
Querido amado: Te vi con ella en la plaza esta mañana, no te dije antes porque queria disfrutarté una última vez antes de esto. Me marcho.
Me marcho para que seas feliz con esa chica, que se nota te quiero como una vez nos quisimos nosotros, perdon por el daño causado, perdon por lo poco que pude brindarte en este tiempo. Nunca podre olvidar el año de pareja que tuvimos, nunca olvidare las cosas lindas que vivimos, pero mereces ser feliz. Te amaré por siempre, mi primer y único amor....
Siempre tuya, Lucia.
Le deje esa nota y con lagrimas en los ojos me marche, nunca mas supe nada de él.
domingo, 9 de abril de 2017
Insomnio
mi cel aun espera tu llamada ¿Qué pasa? Te extraño.
Mi corazon grita tanto tu nombre que no me deja conciliar el sueño.
-Te extraño.- Susurra en silencio para no ser juzgado.
-Vuelve.- grita desesperado para ser oído. Pero olvido por un momento, que tú no puedes escucharlo.
Mi vida, te echo de menos. ¿Qué se supone que deba hacer ahora? Me dejaste en un avismo. Me enseñaste a vivir contigo, pero no sin ti. ¿Cómo se supone que sigo ahora?
Afuera llueve, pareciera que sintiera como lloro en mi interior por ti, me haces falta.
No logro apartar los momentos que vivimos juntos, una cerveza y un cigarro me acompañan, a lo vieja escuela. Los viejos trucos para calmar una herida ya no hacen efecto en mi, tu no fuiste una herida.
Tú fuiste para mi lo mejor del mundo, y te perdi. ¡Que tonto! amar a quien te ama y lastimar de la manera mas tonta. Fui una idiota al perderte y ahora te escribo para que no me leas. Como desearía que me vieras, que me vieras a los ojos y veas todo lo que oculto, toda la falta que me haces.
-Vuelve, te amo.- Grita con el ultimo aliento que le queda. Y se duerme.
Anonimo.
viernes, 26 de junio de 2015
Para Siempre.
Fuente: Cuentos sin Hadas.
domingo, 14 de junio de 2015
Cuando yo me duerma, respeta mi sueño, por algo me duermo; por algo me he ido.
Si sientes mi ausencia, no pronuncies nada, y casi en el aire, con paso muy fino, búscame en mi casa, búscame en mis libros, búscame en mis cartas, y entre los papeles que he escrito apurado.
Ponte mis camisas, mi sweater, mi saco y puedes usar todos mis zapatos. Te presto mi cuarto, mi almohada, mi cama, y cuando haga frío, ponte mis bufandas.
Te puedes comer todo el chocolate y beberte el vino que dejé guardado. Escucha ese tema que a mí me gustaba, usa mi perfume y riega mis plantas.
Si tapan mi cuerpo, no me tengas lástima, corre hacia el espacio, libera tu alma, palpa la poesía, la música, el canto y deja que el viento juegue con tu cara. Besa bien la tierra, toma toda el agua y aprende el idioma vivo de los pájaros.
Si me extrañas mucho, disimula el acto, búscame en los niños, el café, la radio y en el sitio ése donde me ocultaba.
No pronuncies nunca la palabra muerte. A veces es más triste vivir olvidado que morir mil veces y ser recordado.
Cuando yo me duerma, no me lleves flores a una tumba amarga, grita con la fuerza de toda tu entraña que el mundo está vivo y sigue su marcha.
La llama encendida no se va a apagar por el simple hecho de que no esté más.
Los hombres que “viven” no se mueren nunca, se duermen de a ratos, de a ratos pequeños, y el sueño infinito es sólo una excusa.
Cuando yo me vaya, extiende tu mano, y estarás conmigo sellada en contacto, y aunque no me veas, y aunque no me palpes, sabrás que por siempre estaré a tu lado.
Entonces, un día, sonriente y vibrante, sabrás que volví para no marcharme.